miércoles, agosto 23, 2006

exterior e interior de la casa con Romina Lojo

Hoy leí en el blog de Arquitectura 2 que hablaban sobre la vivienda, la casa, el hogar, la intimidad. Me pareció pertinente hacer (otra vez) referencia al libro del Arq. Hamurabi Noufori "Nociones de estética arábiga y mudéjar". Fallidamente intenté recortar el texto, pero no pude.
Romina Lojo


"¿CUAL ES EL EXTERIOR?
Nuestros viajeros han sostenido hasta el hartazgo que ´la casa del moro es muy misteriosa´, y los historiadores occidentales se han hecho eco de éste mito que irreflexivamente establece que la casa árabe o islámica es ´inexcrutable´, porque se halla volcada hacia el interior y ´cerrada´hacia el exterior, dado que no ´tiene´ fachada que ´responda al espacio público´.(...) Para alguien que tiene internalizado que el espacio exterior sólo puede ser la calle, las afirmaciones con las que comenzó éste apartado, son pura y absoluta verdad. Sin embargo comencemos por ver como se dice exterior en árabe. ´BARR´ es la palabra que designa aquello que está fuera de las murallas de la ciudad, fuera de la medina, de allí que los conjuntos residenciales que se adherían paulatinamente a ella fuesen denominados ´barrios´ en hispanoárabe, pasando luego sin cambios al español, y que el afuera fuese designado genéricamente como ´barra´. Con lo cual tenemos que éste ´afuera´ está originado en base a considerar a los espacios de la ciudad o medina como el adentro, siendo el exterior por antonomasia lo que queda fuera de la ciudad, o sea el campo y el cielo. Así tendremos que, el exterior estará representado por el patio de la casa, que reúne a ambos de forma geometrizada (domesticada) y no al tortuoso espacio entre bloques de vivienda que se usa meramente para desplazarse de uno a otro o bien los tristemente célebres patios de ´aire y luz´(sic), en los cuales la porción que pueden ofrecer de cielo y campo, si llegan a distinguirse generalmente son despreciables debido a su estrechez. Por lo tanto lo que se ha hecho con el patio es colectar y ordenar de manera disocializada (distribuida) las mejores vistas al exterior: ver el cielo con sus estrellas y luna y el ´Riad´(jardín) cómo sucedáneo de la tierra trabajada. (...) El nombre con que se denomina en árabe a éstos ´encausadores de cielo´ cómo los llamaba J. L. Borges, nos re-vela su sentido y significado sacro: ´haram´, traducido literalmente: ´inviolable´, que alude a la inviolabilidad de la morada familiar, establecida por el Corán. pero además este nombre es la forma más delicada para decir mujer en ese idioma: ´harim´, lo que a su vez implica que ese espacio es el dominio femenino por antonomasia donde el hombre por más marido, hijo o hermano que sea siempre es huésped, visitante, porque su ámbito es el de la calle pública.(...)
¿CUAL ES EL INTERIOR?
(...)En la dimensión conceptual de éste extremo se hallan los motivos islámicos de las superficies, que aspiran a representar esos interiores, oficiando de ventana, lente o mirador desde le cual ampliar más allá de lo que el universo ocular lo permite. Con lo cual el patio-plaza no sólo se convierte en el arquetipo de mirador al exterior sino que además es soporte de los alicatados que remiten al interior más profundo, dado que cifra en su geometría la estructura intrínseca de la Creación: unidad en la diversidad, individualidad de la multiplicidad. A través de lo que se explica la recurrencia casi obsesiva que manifiesta la extensión de éste lenguaje gráfico a todo: ámbito, objeto, indumento o inclusive la piel como soporte del tatuaje. Si al menos no siempre pueda mirar el exterior siempre podré imaginar su reverso, también infinito, que no puedo ver pero así sí, contemplar. Desde éste punto de vista se puede observar lo limitado de denominar a éste lenguaje de las superficies sólo como ´ornamento´, de acuerdo a la redefinición centroeuropea de la estética durante los S. XVIII/XIX. Éste ornamento, o más exactamente, éste ´trabajo de la superficie´es parte inseparable no solo del volumen y el espacio, sino que además es la cualificación, sin la cual ellos no son concebibles para el esquema mental de ésta cultura".
(NOUFORI, Hamurabi, MARTINEZ NESPRAL, Fernando, Nociones de estética arábiga y mudéjar. Conceptos generales y pautas referenciales sobre el arte y el diseño del mundo islámico del mediterráneo. pág. 44, 45, 46, 48 y 51.)

gracias Romina Lojo,
alumna de la catedra

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