miércoles, agosto 22, 2012

El indicio de un destino. Luciana Terrén




El trayecto del trabajo de Luciana desde los comienzos del cuatrimestre hasta el corte/entrega de mitad de año transitó un proceso bien interesante en tanto recorrido.
Acaso lo más rico del trabajo no se explique en el en sí del final como mero resultado sino en un proceso que destila imágenes  tan pertinentes y ajustadas al medio, donde la arquitectura se planta en el campo con consistencia, y sin veladuras.

En alusión a estos trabajos donde resultan tan cristalinos aquellos dibujitos desprejuiciados, chiquitos y al pie de la hoja que Luciana decide desplegar, comparto un fragmento del prólogo de Los libros sin tapas de Felisberto Hernández por Jorge Monteleone.

¿Qué es un comienzo?
Hay dos momentos que teme el obsesivo, que disocia y posterga: el comienzo y el fin. El primero porque sabe que una vez que algo se inicia comenzará también su gozosa, intolerable tortura: lo que haga será una nueva obsesión y, una vez realizado, un seguro fracaso. El fin, porque acabar con todo es un infinito anticipo de un desgarramiento: la separación y la muerte, garantes de  la incompletud. Por ello el modo mejor de comenzar y de finalizar es vaciar esos actos de su propio contenido, de sus contundentes marcas de principio y fin. Los preliminares, las dilaciones, los disimulos suplantarían los comienzos, o serán como una irrupción, algo que ocurre de pronto pero podría no haber ocurrido, o carece de importancia, o puede interrumpirse, o comenzar de nuevo, una y otra vez. El fin ideal es aquel que no se espera, el que surge como si fuera otra cosa, no el temido ni el deseado sino lo que de hecho no parece un fin, sino una mera interrupción, un hecho suspendido, apenas un hiato: hasta la agonía es preferible al final…
Nicolás


Este comentario de Nicolas es muy atractivo  , tal vez una de las características de la modernidad sea la incompletitud de las obras .
Aquello de la obra terminada y cerrada  pertenece a otra época de la historia de la arquitectura.
La obra moderna es por definicon inconclusa , quizas aquellos maravillosos esclavos de Miguel Angel atrapados en la piedra o el pristino desnudo de mujer de Rodin surgido de un bloquecito de Carrara sean los primeros "indicios" , ( como dice Nicolas ) ,las primeras insinuaciones de la estética moderna .
Ahora claro que en nuestra materia , la arquitectura , es importante resolver armónicamente la tension entre la imaginacion ...los indicios y la concrecion ...la obra.
Como docente Nicolas valora fuertemente los indicios porque son como señales evidentes de que Luciana va por el buen camino.
Sin embargo deberíamos tambien lograr un equilibrio relacionado con la concreción que es algo asi como la cristalizacion de la etapa de sugerencias.
Es obvio que sin indicios previos contextuales y tectonicos no hay posibilidad de concrecion , ya que si la hubiera se trataría de un mero copy-paste caricaturesco y hasta inmoral .
Esta segunda etapa es la oportunidad de Luciana y de todos de seguir avanzando a paso firme en este vínculo insoslayable que une dos mundos el de los sueños y el de la realidad.
Muy buen trabajo , excelentes los croquis diminutos "a pie de pagina" hay que seguir trabajando sobre esta expresion que es muy elocuente 
Salud  

Marcelo


jueves, agosto 16, 2012

ROCÍO QUINTAS ZANIER - Tiempo de maduración


Con agrado hemos visto en este primer cuatrimestre de Arquitectura 2 que la semilla de cada trabajo encuentra en el trabajo colectivo del taller terreno fértil para dar su fruto. 

Uno más de tantos, el trabajo de Quintas Zanier en su novedad de julio de 2012 y acompañados por el viejo y querido compañero Rodolfo Kusch.  

Mariano.

 










EL MERO ESTAR PARA EL FRUTO

Una manzana cae porque se reintegra al suelo. Ha sido semilla, ha madurado y luego se ha desprendido del árbol, para reintegrarse al suelo. Está es una verdad y quizá la primera.

Pero eso ocurre porque la realidad es un animal monstruoso, en donde todo lo que ocurre, sigue las leyes de la vida: nace, madura y muere. Por eso Newton, fue un mentiroso. Vio caer una manzana y creyó descubrir las leyes de la gravedad. Mintió porque dijo que la realidad no es un animal, sino un mecanismo. Pero en América sabemos que él no tuvo razón.












Al menos la manzana, entre nosotros, cae porqué todavía está dentro de un organismo animal. Podemos ver lo otro, pero eso dependerá de otros factores. Es preciso ser pura inteligencia para ver las cosas mecánicamente. Y no somos capaces: creemos sólo que todo nace, crece y muere.










La realidad no es entonces desmontable, sus detalles no se conjugan de acuerdo con el criterio de causa y efecto, sino con el de gestación orgánica. Una idea, un sueldo, una casa, un libro, una plataforma política, todo se engendra, madura y muere, igual que la manzana.

Quizá por ello predomina entre nosotros el político. El criterio de la política  no sigue la causa y el efecto sino la gestación. Se piensa políticamente en tanto se advierte la organicidad de un planteo político y el político a su vez actúa siempre como sembrador, porque espera que su idea dé su fruto.

En cambio, por eso no tenemos grandes técnicos, porqué poco o nada nos interesa la técnica, a no ser que se trata de ganar dinero o simplemente como mito de salvación, como una manera de evadir esta condición biológica en que nos sentimos sumergido.



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El individuo, como tema típico de la gran cultura de ciudad, es una simple abstracción. El individuo pertenece a un organismo monstruoso, en el cual forzosamente se convierte en una simple partícula. En vez del individuo hay comunidad y ella es la responsable de ampararlo y sostener su vida. En esto América es sana y positiva. Cuando las relaciones ciudadanas no intervienen, se restablece la comunidad.

Por eso mismo no hay valores absolutos, sino valores relativos que dependen del organismo animal dentro del cual se juegan. 


















La comunidad responde por una justicia vital que restituye la vitalidad, y no sólo los derechos de cada hombre. Esta es la lección de las comunidades agrarias bolivianas y peruanas y también las comunidades que se ciernen en las villas miserias de nuestra gran ciudad. 

Y no exageramos si decimos que también se da por debajo de la piel del más democrático de los mestizos. América no enajena la responsabilidad, sino que la sume a ésta en un ámbito más importante: el orgánico, el comunitario. La comunidad nos torna mucho más responsables y no ocurre los mismo con la justicia ejercida en abstracto.























El texto reproducido corresponde al libro América Profunda, Rodolfo Kusch, 1962




martes, agosto 14, 2012

SERGIO CAUSERO


Encontrar en la vastedad del abierto el punto de fisura que abre el cauce. Desde la fuerte pisada del tanque-mirador, que se vincula a la tierra abriéndola al cielo,  que se hinca en la tierra produciéndole una sana herida...


...Líneas que abren caminos  para que el hombre transite su trabajo con la tierra, que moldean y contienen esa tierra para que dé sus frutos.

Y a fuerza de trabajo, Sergio descubre las tensiones que su propio lápiz dibuja y que sus cartones construyen. Regulando  espacios mediante la materia tangible, algunos contenidos e íntimos, algunos expandidos hacia el abierto,  y otros…   “Desplegados sobre el ancho horizonte como el arco iris, sus colores son tan variados como los de éste y también tan distintos y tan íntimamente unidos. “ 





Eugenia.

ROBERTO MARTINEZ…tejiendo llenos y vacíos.



Desde el inicio del ejercicio Roberto ha indagado con herramientas propias y con gran curiosidad las manchas y colores muy pocas veces legibles que transmitía la imagen satelital de la ciudad de Azul.



Con una manera muy personal, ese mapeo satelital comenzó a ser leído y codificado, interpretando los llenos y vacíos con continuidades y formas propias que dieron la lectura de territorio.

Esas formas  de raíces, buscando tierra donde aferrarse, dan sus primeras afloraciones en ideas arquitectónicas, comenzando a crecer  y comenzando a materializar la verticalidad en la llanura Azulina.



El tanque mirador antena sube aferrado a sus propias formas, con el carácter propio del nacimiento de la tierra, retorciendo los materiales, y dándole impronta Salamónica.

Allí está…dialogando con el cielo y observando el horizonte. 




La fuerte presencia de la vertical comienza a ser abrazada, bajo la misma mirada, por planos, líneas  y direcciones, como si sus raíces se manifestaran con el deseo de ser vistas y estas tomaran los primeros genes  arquitectónicos, dando lugar a la contención del territorio y a la expresión de la materialidad.


La arquitectura ya está allí también…haciendo presencia, creando espacios, dialogando con el territorio y con la verticalidad del tanque, esperando el uso y la comunión con el hombre. 

Fernando Brunetti


lunes, agosto 13, 2012

SANTIAGO URES... urdimbre tectónica

Santiago juega el sutil juego de las paradojas. Cual gesta cervantina, el vigor de la torre, pulsando la extensión del horizonte, marcando el signo vertical en la pampa azulina es resultante de una urdimbre tectónica.
La filigrana de las lineas-varilla da cuenta de una elocuencia expresiva a la medida del concepto fundante.
Hasta la sombra asume el rigor expresivo de la masa!    

 
En cada una de las estaciones del trabajo (que son momentos, inquietudes y herramientas particulares) logran reconocerse algunas invariantes. 
Nuevamente la línea como expresión de relaciones, de pulsiones en juego. 
Santiago modela las tensiones, abre el juego a la valoración de las relaciones que se tejen en el ámbito. 
En el ámbito del territorio, en el ámbito de la extensión mas acotada del uso y en ámbito de la respuesta edificada de cara al programa.

Las formas juegan el juego que Santiago pretende, sabiendo reconocer en la valoración conceptual de su idea (concepto) las clave de la disposición instrumental de los elementos tectónicos. 

Federico

domingo, agosto 12, 2012

JULIA SCHMIDT…arquitectura del territorio

El tanque antena parece ir al grano y dar cada una de las respuestas pertinentes al uso. La estructura se asume como tal, así como la resolución que cada uno de los asuntos del programa. 
Parece…
Parece también que esta justeza no es sólo resolución sino una de las claves de su búsqueda. 
Hay un ánimo expresivo, una voluntad explicita por hacer ver cuáles y cómo son las variables que se conjugan en el tanque mirador. 
Julia se anima...








Territorio y Arquitectura se conjugan. No hay ni implantación ni ocupación. La arquitectura surge del territorio al mismo tiempo, como unidad de mutuas pertinencias.
Y la expresión es la clave en el perfilamiento del concepto. 
En verdad Territorio, Arquitectura y Expresión conforman esta unidad de mutua pertinencia. 

Federico 

MARCOS AMAN CORTES...abran cancha

Abran cancha canta Marcos como arranque…
Intuye en la categórica elocuencia de su tanque mirador que materia y lenguaje tienen un rol decisivo. 
Tal vez Don Francisco, tal vez el horizonte azulino hayan hecho surgir este impulso que sintetiza el tanque mirador…


La valoración del ámbito ha sabido dar cuenta de la extensión y del juego de tensiones implicadas en el devenir de la ciudad al campo.
Esta tensión no se admite como dualidad sino como mutua complementariedad. 


La lectura del territorio no es el caso de Marcos un esquema, un mero diagrama. La ponderación de intangibles tales como el vacío y sus gradientes asume un carácter determinante y preciso que han de ponerse en evidencia en la sedimentación del planteo. 


El territorio tiene además de su condición material especifica, una carnadura expresiva a develar. Las herramientas expresivas permiten profundizar en el reconocimiento de esa carnadura tectónica del territorio como variable de lenguaje.   


El abordaje del programa y sus necesidades tiene buena parte de su camino recorrido. Se explicitan las valoraciones del territorio en cuanto a la cualificación del vacío y sus tensiones de apertura y cierre. Los elementos constructivos son la afirmación tectónica del las tensiones contenidas en el territorio. 



Estructura, materialidad, detalle… son ahora resortes, instrumentos que Marcos modela operando en la consecución de sus in-tensiones.
Sabe que no hay espacios sin materia y que no hay materia sin lenguaje. 

Federico

sábado, agosto 11, 2012

FERNANDO CHIABRANDO .... El lenguaje y la forma al servicio de la expresión del sentido


















Material-Materialidad

El trabajo de Chiambrando pone en el centro del debate el problema del material y sus formas de manipulación. Desde la propuesta del tanque el eje de trabajo se articulo en torno a considerar las posibilidades de expresión de los materiales propios del territorio.



















¿Alguien puede dudar que el ladrillo, el hierro reticulado y la chapa pueden ser los materiales apropiados para desarrollar un Centro Local de Promoción Tecnológica relacionado con la actividad agropecuaria desde un municipio como Azul?

El material y la materialidad trasmiten un mensaje que nos comunica un sentido. Previo al problema de la composición plástica y la expresión visual de los elementos arquitectónicos hay una definición que surge de la elección del material como respuesta al desafío del uso y el usuario o si se prefiere recurrir a un lenguaje neutro y academicista del programa y el comitente.

El terreno y la configuración del conjunto

Las decisiones no terminan ahí. La simplicidad y contundencia de la implantación trasmite también su mensaje acorde a esta elección. Existe un hilo conductor entre la elección de los materiales y la elaboración de un lenguaje y la disposición del conjunto edilicio que da una alta coherencia al trabajo. 












Ocupando la esquina del lote, forzando el acceso frente al matadero de Salamone y estableciendo una secuencia de edificios enhebrada por un corredor abierto que culmina en un espacio central que nos anticipa el gran espacio dedicado a la producción, el desarrollo del conjunto no propone grandes estridencias pero constituye una profunda reflexión sobre la utilización de los espacios exteriores en el medio rural.













Nuestra formación arquitectónica centrada en los problemas de la ciudad nos lleva a trasladar al medio rural mecánicamente soluciones. Comprender la necesidad de agrupar las construcciones en torno a vacíos que se van cualificando y que avanzan en el dominio del gran espacio exterior es el fruto de un trabajo reflexivo que supera la concepción del espacio como un continuo propio del medio urbano.

No se trata de ocupar en forma histérica todos los rincones del terreno con construcciones o simple vegetación sino de poner el acento en los puntos estratégicos para lograr desde ahí establecer un punto de referencia sobre la totalidad ilimitada del terreno.

La reflexión y el lenguaje 

Considerando los históricos debates en los que nos hemos visto envueltos desde la cátedra sobre si los arquitectos somos artistas o no, el trabajo pone en evidencia la falsedad del debate y nos demuestra, como bien nos lo ha hecho saber Carpani en las lecturas del Cuadernillo Nro 2, que la visión del artista enajenado del mundo y alejado del contenido reflexivo sobre su obra y el medio en el que se desarrolla es un estereotipo que sirve a determinados intereses pero que de ninguna manera la historia del arte se agota a esa visión. 

¿Alguien duda del profundo significado reflexivo de una obra como el David de Miguel Ángel por ejemplo? ¿Se nos ocurrirá pensar solo un momento que lo que motiva una obra como la de Le Corbusier o Gaudí solo puede ser explicada por ocurrencias trasnochadas de un artista iluminado?

Desterrada esta posibilidad veamos como se madura una idea centrada en la elección del material y se le va dando la pertinencia que requiere el medio territorial y el programa de necesidades.

La elección primigenia del ladrillo como material nos conducía hacia la materialización de las cubiertas como bóvedas de este material. Un cambio de paso nos obliga a reflexionar sobre esta traslación lineal. Algo en el programa y el carácter cambiante del destino de los posibles usos nos hace pensar en la necesidad de generar cubiertas livianas. Entonces ¿deberíamos horrorizarnos y tirar por la ventana la inicial decisión de utilizar el ladrillo?. El trabajo nos demuestra que de ninguna manera.












Como la imagen precedente lo demuestra con claridad la supuesta contradicción entre los dos sistemas constructivos puede ser procesada y generar un resultado superador de esa contradicción. ¿Adónde quedó el "capricho" sobre la utilización del material? Quedó, en una reflexión que lo contiene al mismo tiempo que lo ubica en tiempo, lugar y necesidad.

Epílogo - Argentinos a las cosas

Saludamos con mucha efusividad el trabajo de Chiambrando, por el objetivo logrado de dar respuesta al problema de arquitectura planteado, pero por sobre todas las cosas por demostrar que se puede generar una arquitectura poética y al mismo tiempo dar respuesta cabal a la necesidad de la comunidad.

Esto que tanto nos cuesta comprender en los debates cruzados de nuestra FADU nos lo está diciendo con mucha frescura y claridad un alumno del taller de Arquitectura 2.

Tenemos mucho que aprender de trabajos como estos.

Mariano.