sábado, agosto 11, 2012

FERNANDO CHIABRANDO .... El lenguaje y la forma al servicio de la expresión del sentido


















Material-Materialidad

El trabajo de Chiambrando pone en el centro del debate el problema del material y sus formas de manipulación. Desde la propuesta del tanque el eje de trabajo se articulo en torno a considerar las posibilidades de expresión de los materiales propios del territorio.



















¿Alguien puede dudar que el ladrillo, el hierro reticulado y la chapa pueden ser los materiales apropiados para desarrollar un Centro Local de Promoción Tecnológica relacionado con la actividad agropecuaria desde un municipio como Azul?

El material y la materialidad trasmiten un mensaje que nos comunica un sentido. Previo al problema de la composición plástica y la expresión visual de los elementos arquitectónicos hay una definición que surge de la elección del material como respuesta al desafío del uso y el usuario o si se prefiere recurrir a un lenguaje neutro y academicista del programa y el comitente.

El terreno y la configuración del conjunto

Las decisiones no terminan ahí. La simplicidad y contundencia de la implantación trasmite también su mensaje acorde a esta elección. Existe un hilo conductor entre la elección de los materiales y la elaboración de un lenguaje y la disposición del conjunto edilicio que da una alta coherencia al trabajo. 












Ocupando la esquina del lote, forzando el acceso frente al matadero de Salamone y estableciendo una secuencia de edificios enhebrada por un corredor abierto que culmina en un espacio central que nos anticipa el gran espacio dedicado a la producción, el desarrollo del conjunto no propone grandes estridencias pero constituye una profunda reflexión sobre la utilización de los espacios exteriores en el medio rural.













Nuestra formación arquitectónica centrada en los problemas de la ciudad nos lleva a trasladar al medio rural mecánicamente soluciones. Comprender la necesidad de agrupar las construcciones en torno a vacíos que se van cualificando y que avanzan en el dominio del gran espacio exterior es el fruto de un trabajo reflexivo que supera la concepción del espacio como un continuo propio del medio urbano.

No se trata de ocupar en forma histérica todos los rincones del terreno con construcciones o simple vegetación sino de poner el acento en los puntos estratégicos para lograr desde ahí establecer un punto de referencia sobre la totalidad ilimitada del terreno.

La reflexión y el lenguaje 

Considerando los históricos debates en los que nos hemos visto envueltos desde la cátedra sobre si los arquitectos somos artistas o no, el trabajo pone en evidencia la falsedad del debate y nos demuestra, como bien nos lo ha hecho saber Carpani en las lecturas del Cuadernillo Nro 2, que la visión del artista enajenado del mundo y alejado del contenido reflexivo sobre su obra y el medio en el que se desarrolla es un estereotipo que sirve a determinados intereses pero que de ninguna manera la historia del arte se agota a esa visión. 

¿Alguien duda del profundo significado reflexivo de una obra como el David de Miguel Ángel por ejemplo? ¿Se nos ocurrirá pensar solo un momento que lo que motiva una obra como la de Le Corbusier o Gaudí solo puede ser explicada por ocurrencias trasnochadas de un artista iluminado?

Desterrada esta posibilidad veamos como se madura una idea centrada en la elección del material y se le va dando la pertinencia que requiere el medio territorial y el programa de necesidades.

La elección primigenia del ladrillo como material nos conducía hacia la materialización de las cubiertas como bóvedas de este material. Un cambio de paso nos obliga a reflexionar sobre esta traslación lineal. Algo en el programa y el carácter cambiante del destino de los posibles usos nos hace pensar en la necesidad de generar cubiertas livianas. Entonces ¿deberíamos horrorizarnos y tirar por la ventana la inicial decisión de utilizar el ladrillo?. El trabajo nos demuestra que de ninguna manera.












Como la imagen precedente lo demuestra con claridad la supuesta contradicción entre los dos sistemas constructivos puede ser procesada y generar un resultado superador de esa contradicción. ¿Adónde quedó el "capricho" sobre la utilización del material? Quedó, en una reflexión que lo contiene al mismo tiempo que lo ubica en tiempo, lugar y necesidad.

Epílogo - Argentinos a las cosas

Saludamos con mucha efusividad el trabajo de Chiambrando, por el objetivo logrado de dar respuesta al problema de arquitectura planteado, pero por sobre todas las cosas por demostrar que se puede generar una arquitectura poética y al mismo tiempo dar respuesta cabal a la necesidad de la comunidad.

Esto que tanto nos cuesta comprender en los debates cruzados de nuestra FADU nos lo está diciendo con mucha frescura y claridad un alumno del taller de Arquitectura 2.

Tenemos mucho que aprender de trabajos como estos.

Mariano.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que me gusta de este pibe, es que uno puede darse cuenta que un trabajo es suyo solo con mirarlo un rato..
y eso ya es mucho, felicidades!!!

Anónimo dijo...

lo que me gusta de este pibe, es que uno puede darse cuenta que un trabajo es suyo solo con mirarlo un rato..
y eso ya es mucho, felicidades!!!

Marcelo dijo...

eso es muchisimo.

Anónimo dijo...

felicitaciones compañero!

Anónimo dijo...

Muy buen trabajo

Anónimo dijo...



Yo que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo

Anónimo dijo...

osea que es poeta porque es feo?, ah entonces yo no necesito para nada la poesia.