jueves, junio 30, 2011

El Taller Trabaja _ Repaso (modelos)








La maqueta es una herramienta decisiva en este transito de incertezas.
No es una pieza final válida es si misma sino una herramienta que sintetiza el recorrido que es propio de cada búsqueda.
En la factura del modelo se dejan ver, ademas de los logros de cada propuesta, en que términos se asume la expresión del territorio y el decisivo caracter tectónico (materialidad_lenguaje) que es propio de la identidad de cada búsqueda...

El Taller Trabaja _ Repaso (cortes verticales)






En la sección se asume el desafío de la parcialidad. Es la visión intencionada la que demarca las posibilidades expresivas del trabajo.
Lo sugestivo de la expresión no es una mera condición de la técnica sino de la capacidad de denotar la visión que apuntala la idea.
Poder expresar es condición de saber ver. Cargarse de esas pulsiones subjetivas, asumirlas como propias y transitar el camino hacia su develamiento es la clave de la expresión.

El Taller Trabaja _ Repaso (cortes horizontales)










El valor de lo hecho es pleno si logramos asimilar la experiencia de cara a lo que sigue.
Haber reconocido cuales son algunas de las formas, los tiempos y las herramientas que jalonan el quehacer proyectual, es una clave decisiva del oficio.

La planta es la expresión particular de tensiones que definen la ocupación o territorialidad del trabajo, el dominio de la geometría, y el justo equilibrio del conjunto a la medida de la "idea" o intencionalidad que hemos ido gestando.

martes, junio 21, 2011

Mas trabajos

Marcos Murano


Milagros Hurtig

Maria Pia Forastiere




Daina Rossi

Cecilia Ciancio

El Taller Indaga - Nave de los Mimbreros


Este registro, además del atinado carácter riguroso de los relevamientos, da cuenta de la importancia de las pre-existencias como primer condicionante proyectual...


Esto debe enfocarse mas allá de la cuestión tipologica-constructiva de las naves, como cosa aislada, sino en cómo este hecho arquitectónico se encuentra conjugado respecto su entorno inmediato.
Nuevamente: Contexto, Borde, Agua, Suelo Firme, Lenguaje, Carácter, Escala... variables fundamentales para encarar esta etapa.

Lautaro

(Relevamientos realizados por Joaquin Rubi y Pablo Mariani.)

lunes, junio 20, 2011

El Taller Trabaja. Constanza







Suele decirse que en los rasgos de un rostro, por ejemplo, en los pliegues, arrugas, tersuras, comisuras y demás vestigios de la piel, puede apreciarse, genéricamente, un rostro doble, espejado, un poco esquivo, que si uno presta atención se presenta fiel a su estar perentorio, el nuestro y ese rostro de antaño denominada tiempo, que, como sutil tejedora, nos imprime sus horas, sus tempestades, sus complacencias, inclemencias y piedades.
Siguiendo esta idea, de esta memoria del tiempo estampada en los pliegues del ser, podríamos decir que, también, ese rostro vetusto se constata en la piel de un territorio. Y qué pasaría si uno tomase como bastión, como bandera, ese rostro fluctuante como pauta manifiesta de un tiempo digno de ser estudiado, representado y respetado?.
Este es el camino tomado por Constanza, que aunada a la memoria del entorno, toma sus pliegues, sus comisuras, fisuras y llanos para conformar un nuevo rostro que nunca deja de perder en esencia su vieja fisonomía. El abra hacia el río queda intacta, sólo un sutil camino une a este con el viejo galpón, el mismo camino hecho a pie por los hacedores del mimbre, para ponderar el abra lateral, perpendicular al río, como nuevo frente de producción, de acopio, revitalizando esa boca empantanada, esa bifurcación abandonada que nos muestra el deseo pasado de ser traspasada. El galpón así, con su vieja entrada, se resignifica como espacio de dispersión, talleres y administración, dejando por detrás, resguardado del paso del río, el vivero y plantaciones, a modo de patio trasero.


Grupo: Estefania-Sebastián



Para culminar nos gustaría compartir este breve relato de Felisberto Hernandez, muy propicio a la instancia que transitamos.


“Obligado o traicionado por mí mismo a decir cómo hago mis cuentos, recurriré a explicaciones exteriores a ellos. No son completamente naturales, en el sentido de no intervenir la conciencia. Eso me sería antipático. No son dominados por una teoría de conciencia. Esto me sería extremadamente antipático. Preferiría decir que esa intervención es misteriosa. Mis cuentos no tienen estructuras lógicas. A pesar de la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podría tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no fracasara del todo. Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado; no sé corno hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesías; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma. Ella debe ser como una persona que vivirá no sabe cuánto, con necesidades propias, con un orgullo discreto, un poco torpe y que parezca improvisado. Ella misma no conocerá sus leyes, aunque profundamente las tenga y la conciencia no las alcance. No sabrá el grado y la manera en que la conciencia intervendrá, pero en última instancia impondrá su voluntad. Y enseñará a la conciencia a ser desinteresada.
Lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda.”


Flisberto Hernandez

El Taller Trabaja. Juan








“Caminante son tus huellas
el camino y nada mas,
Caminante no hay camino
Se hace camino al andar…”

Que elocuentes resultan las palabras de Machado cada vez que caminamos nuestras huellas entintadas sobre la hoja en blanco que aun nos sigue costando colorear, su inicio en particular, ese primer pie completamente acreditado a cualquier cause y color donde todo es posible. La misma hoja virgen, prístina, de antaño, con su afamada cara de pregunta. Y que más elocuente resulta escuchar el eco de un pie que ante la hoja en blanco no hace más que caminar, sin perder pisada a las incógnitas que lo anteceden, sin olvidar la brisa que lo aviva por detrás.

“El camino cómo el generador de espacios, de nuevas circulaciones y
nuevas disposiciones.
Un camino inicial se quiebra y se divide en otros caminos. En origen
parten de un mismo lugar, para separarse y fundirse y separarse
nuevamente.
Las circulaciones se funden en un espacio común, en un cruce, un núcleo.
Los caminos responden a necesidades distintas, se separan, pero no se
ignoran. Se encuentran, se cruzan, se contaminan entre ellos y
continúan.”

Juan Campanini

Tal es el caso de Juan que en su andar, primero a tientas, luego al trote, encontró en el delta esa primera impronta, esa génesis que descansa, sueña, grita y vive en los pies de los habitantes del delta: el camino. Camino como metáfora del recorrido de un quehacer diario, domestico por un lado, por otro del pié curtido en el hacer del esfuerzo el pan, del pié que busca compañía y apaño en su hermano, en la familia y en el trabajo, pié que en su búsqueda se avienta hacia el agua para extender sus orillas mas allá o más acá del río. La impronta de Juan nos clarifica un recorrido como prólogo de una forma de habitar, no como totalidad sino como generatriz, no se olvidan esos pies que los caminos no son sólo meras formalidades lineales que unen espacios, sino instancias palpables, acompasadas, donde los pasos se convierten en casa, en senda, en plantaciones, en río, en galpón, en vivero o en espacios recreativos.
No es poca cosa entender el delta desde la latencia del caminante, proponer tiempos de llegada, recorridos contemplativos, nodos pausados donde la comunión del isleño se hace patio, donde un muelle se hace raíz. Ya desde un comienzo Juan trabaja con sus pies, desde el trabajo anterior, donde el centro de sus caminos se nombra como patio, donde las fluctuaciones de un entorno esquivo se aquieta o aligera, se abre o cierra según uso o necesidad, donde paredes y techos se hacen también partícipes de un recorrido superador de la finitud del elemento aislado.
Y ahora, nuevamente, en esta etapa donde el acopio se hace protagonista, el sendero se enraíza desde un muelle, pié segundo del camino de Juan. Primero se aligera hacia el sector de acopio y hacia la administración, después se aleja bordeando el galpón, en paso mas pausado, obligando a la contemplación de ese entorno para así entrar de costado al sector recreativo, y en un tercer brazo, se fuga hacia el fondo, hacia los talleres y vivero, resguardos por el entorno natural del loteo.
Se percibe así la consecuente búsqueda de una unidad, de un camino continuador de aquellas huellas postreras.
Todo manifestado con lo que Marechal llama “ la mano que no tiembla”, donde, aún con trazo veloz, se puede apreciar la latencia de la propuesta.


Grupo: Estefania-Sebastián

jueves, junio 16, 2011

El Taller Trabaja... Ayelen Barcos





La mirada de Ayelen se impregno de la sinuosidad del Delta.
Rompio con el absolutismo de la caja galponera, imprimiéndole un carácter mucho mas dinámico, entendiendo la intervención como una resignificacion de ese "estar" en el Delta.
Y ese "estar" se ubica tanto en el diseño tectonico como en la totalidad de la propuesta, llegando asi a comprender que la arquitectura no se apoya en un terreno, sino que esta contenida en un territorio...

Lautaro

El Taller Trabaja. Florencia





Florencia encuentra en su búsqueda, un planteo que evidencia al entorno natural como centro y como ordenador de la vida en el delta, y por lo tanto de su arquitectura, no sólo lo encuentra en relación a sus usos, sino también en relación al recorrido planteado.
Este centro, centro implícito del delta, se recompone en lineas rectas, para resignificar la noción de "patio", como un espejo que, aún enmarcado, no olvida el fiel reflejo de ese entorno que lo abraza.

Lucila

Trabajo de Priscila Reggiardo




El vacio es un tema presente en este ejercicio pero que pasa cuando el vacio es la reoganizacion de un en lleno? parece un juego de palabras pero siempre entendemos el espacio vacio como lo residual.. o lo que queda por construir como espacio, en muchos casos es así pero Priscila supo entender la complejidad del vacio en el interior de un lleno construido
Trabajo con la materialidad generando espacios de luz ,entrepisos repensando una cubierta que empieza a tomar cuerpo, se ancla en la tierra mostrando su presencia y no se ancla en cualquier lado si no que se planta sin ninguna timidez ante el Rio como queriendo alcanzarlo, diciendo presente.
Acá el trabajo fue mas allá de la forma, la escala, el vació y la función, se trata de repensar y organizar un vacio dentro de un lleno

Maria Paula

miércoles, junio 15, 2011

EL TALLER TRABAJA

Sobre amasar o esculpir el vacío...

Si en la matemática reconocemos a la línea como "una sucesión de puntos", sería apropiado decir que en la arquitectura el "vacío" es "una sucesión de espacios que queda como resultante una vez que se sustraen los llenos". Esta definición da un giro de 180° cuando el lugar donde estamos proyectando se caracteriza por el predominio de estos vacíos. En el delta. ¿Cual es el espacio que tenemos que proyectar? ¿Cual es el lugar que alberga ese tan mencionado habitar y que por ende debe ser moldeado? ¿Como es? ¿Como lo percibo?
Considerando el espesor característico del vacío propio de este lugar, empiezan a pesar en la definición de la "mancha - proyecto" matices que se funden con el territorio, siguiendo la misma lógica de borde que podemos encontrar en cualquier parte donde pongamos el ojo, como ser un borde costero cambiante según la dirección en que soplen los vientos. ¿Donde esta el borde de mi proyecto? ¿ Cual es el límite? ¿Y la derivada?

En la búsqueda de entender mejor el territorio encontramos propuestas, como la de Mariana ó Francisco, que se toman el tiempo de analizar esa sucesión de vacíos y nos muestran una riqueza en cuanto a la información contenida en los mismos que llega incluso a equiparar a la contenida en sus llenos. Información que refleja ya sea diferentes niveles de alturas, de espesura de vegetación, de humedad, texturas, materialidades, iluminación, colores y saturaciones, aperturas y cierres, etc.
La resultante última de tanto trabajar estos vacíos termina siendo el lleno.
Este ejercicio sobre la inversión de los valores a los que estamos acostumbrados, que adoptamos como absolutos y que forman parte de la manera de entender el habitar propio de las grandes urbes, se hace carne en el delta y se expresa a la altura de los requerimientos habitacionales que son propios del isleño y sus costumbres.


Convivir con la naturaleza y no combatirla forma parte del desafio de terminar de desenmarañar los misterios que esta alberga.

Juan Cruz