viernes, noviembre 23, 2007

Foster Detalle tectónico contextual





Mas que nunca aqui Menos es Mas.
Un sólo detalle ------- -un estadio.
Marcelo














Detalle tectónico... Foster y Gaudí

Esta envolvente de paneles multicolores, inspirada en la técnica de la mayólica multicolor de Gaudí ( según propia confesion de Foster) es el detalle tectónico que "resuelve" y gana el concurso para la remodelación del estadio del Barcelona .

Se trata de paneles translúcidos multicolores vinculados con una grilla de cables.Esta pantalla estará construída en paneles de policarbonato y vidrio con color.
Desde afuera el mosaico creará un efecto vibrante de colores, reflejos y sombras. Desde dentro las baldosas filtarán los diferentes componentes de los colores al interior de las gradas generando una ambiente festivo.
Esta técnica milenaria se llama trencadís y consiste en crear imágenes con fragmentos de cerámico.

Es un ejemplo contundente de lo que he dado en llamar detalle tectónico ( ver bajada anterior).
Lo interesante de este detalle es que resuelve el tema de la piel para envolver el estadio pero además no es una solución foránea sino una reelaboración aggiornada de una técnica milenaria muy vinculada a Barcelona y a su arquitecto referencial Gaudí.
Con esto quiero decir que es una propuesta que nace imbrincada en la cultura del lugar
Se trata entonces de la legítima invención de un detalle tectónico contextual.
Van mas imágenes en la otra bajada
Marcelo

miércoles, noviembre 21, 2007

Respuesta al "otro Gastón".

En un coment sobre la bajada de Murcutt "el otro Gastón" plantea esta duda:

"El lunes justamente hablabamos de este tema materia-materialeidad y Federico decia que en esta etapa debiamos poner el ojo en este tema para asi definir el lenguaje del proyecto. Mientras yo pensaba y entendia de alguna manera que debiamos intensionar la relacion entre los materiales en funcion del concepto de cada proyecto.
que lo liviano lo sea ....
que lo que se toca se toque,
que cada material cumpla y exprese su funcion particular y esta en funcion del la idea del proyecto.
Tambien decian que la manera era a traves del dibujo y yo pensaba y entendia que del nivel de detalle de este se podia mostrar la relacion de los materiales.
Pero siento que al darle detalle va perdiendo brutalidad y con ella la expresion del concepto. Entiendo que de la tension entre
lo concreto, real y posible.
con .....................
lo conceptual, expresivo y sensible .
se van creando y definiendo los proyectos, pero me cuesta establecer el limite en esta relacion, y siento que me cuesta desarrollarla en el momento del hacer, generandome dudas ...... entonces no se si estoy entendiendo bien lo que debo hacer en esta etapa.

Gastón podríamos " hablar"días enteros sobre el tema.
Esta muy bueno que lo hayas planteado porque , en verdad , es una cuestion esencial de la arquitectura.
Es habitual que, trabajando sobre la concreción de la propuesta los materiales cobren cierta autonomía que a veces debilita el carácter de la misma.
Entonces uno siente que su proyecto va perdiendo identidad, es lo que vos expresas como" va perdiendo brutalidad", expresión muy acertada ya que no se entiende el brutalismo como trabajo de brutos sino como sana mostración de la materia y su amalgama en la arquitectura.
Bien entendido un proyecto Brutalista es aquel que no utiliza disfraz alguno y muestra en su construcción la pureza y hasta crudeza de los materiales que entran en el juego.
En este punto debería comentarte que una tarea primordial en la etapa en que te encontras, (espero que muchos compañeros estén en el mismo trance), es discernir entre dos tipos de detalle.
el detalle técnico.
el detalle tectónico.
Llamamos detalle técnico a aquel que hace al oficio natural del hacer, es el detalle habitual de lo que en los contratos figura como " de acuerdo a las reglas del arte", de alguna manera tambien podríamos llamarlo detalle standard o preconcebido. En esta situación se utiliza toda la experiencia previa de la industris de la construcción y se la aplica criteriosamente en la obra de marras.
EL detalle tectónico es el detalle sobre el cual se funda el lenguaje arquitectónico, es un detalle cargado de invención , podríamos decir que el detalle técnico es un detalle objetivo , en tanto el detalle tectónico es subjetivo.
Lo vemos claro en Murcutt, el tiene la habilidad de discernir muy claramente cual es el detalle esencial, el que el y solo el tiene que diseñar ... el detalle fundacional de la estética .
El detalle que, en síntesis , resuelve no solo el tema técnico sino que se convierte en el bastión de la cualidad formal del lenguaje.
Al respecto enla próxima bajada va el trabajo de Foster para el estadio del Barcelona ( acaba de ser publicado en Clarin suple arquitectura de este martes).
Es un ejemplo extremo de lo que les estoy contando.
Buena entrega
Marcelo

PD Remarqué en negrita la s porque normalemente se escribe intencionar haciendo referencia a la voluntad o intención .
No obstante es muy sugerente el término intensionar, en tanto posibilidad de descubrir las tensiones que interactúan entre los materiales y que propoenen vínculo o rechazo.

lunes, noviembre 19, 2007

Murcutt y Mies . Aqui si ..... Menos es Mas




Seguimos en la confrontación Mies - Murcutt.
El famoso menos es mas .
En inglés se escribe less is more.
A veces se ha usado la cacofonía less is bore.
Esto es menos es aburrido
Sutilezas de los ingleses y su humor como cuando en la famosa obra de teatro de Oscar Wilde la titulaban ambiguamente
The importance of being Ernest
The importance of being Earnest
La primera se traduce La importancia de llamarse Ernesto
La segunda La importancia de ser Honesto .
La misma sutileza podemos vislumbrar en Murcutt menos es mas porque .
menos no es una visión reductiva
menos es Síntesis
menos es lo opuesto a aburrido ...
menos es divertido
menos es apasionante porque descubrir todas las riquezas y diversidades que se concentran en una sola sola idea tectónica madre lo es .
Marcelo

Mies y Murcutt ...

Mies decía Dios esta en los detalles.
Murcutt sabe discernir cual es el detalle de cada obra.
Es como si perfecccionara el concepto.
No hay detalles hay el detalle.
Uno solo , el que gesta la idea.
El detalle que resuelve la materialidad constructiva y la expresividad plástica tectónica.
Un sólo detalle al que se adscriben todos los demás.

El apotecma miesiano se perfeccciona entonces asi
Dios está en el detalle.

Marcelo

Murcutt .... construyendo arquitectura





Construyendo casas
Construyendo casas en el lugar
Potenciando el vínculo paisaje natural y arquitectura como un blend superador
Construyendo casas
construyendo palacios ( diría Le Corbu)
Construyendo lenguaje arquitectónico desde el material.
Construyendo Arquitectura
He invitado a Glen a este espacio del Blog porque , mas allá de la estética en si ,hay un muy sugestivo hacer relacionado con el trabajo de varios alumnos que buscan en la materia-materialidad la esencia de su discurso.
Marcelo.

Palabras de otros


Una perlita en la lectura del Diario del dia a dia…

"En nuestra cultura contemporánea en la que todos estamos sometidos a una intensa estimulación exterior, en especial por el medio electrónico, resulta crucial el papel del espacio arquitectónico como refugio del espíritu.

Realmente, hay que tomarse muy en serio los sueños.

En occidente siempre ha habido un intento de hacer del edificio religioso, sea una iglesia medieval o renacentista un objeto eterno para la celebración de Dios. El material elegido, como la piedra, el ladrillo o el concreto, esta destinado a preservar eternamente lo que hay dentro. Pero en Japón no hay nada de esto, ya que el templo se hace de madera. El espíritu divino que hay en el templo es eterno, de modo que el envoltorio no necesita serlo.

No creo que la arquitectura deba hablar mucho. Debe permanecer en silencio y dejar que hable la naturaleza en forma de luz de sol y de viento.

Quiero darle al poder de la naturaleza una presencia en la sociedad contemporánea y proveer de este modo la clase de lugares estimulantes que hablan directamente a cada sensación del hombre como un ser vivo, corpóreo. Es más, recuperar de los estratos de la historia no la forma o el estilo, sino la visión esencial de la naturaleza y la vida que discurre desde su raíz. El espíritu de la cultura en otras palabras.

Hay un rol y una función para la belleza en nuestra época.

Sin adentrarnos en el ambiguo reino del espíritu humano- felicidad, cariño tranquilidad, tensión-, la arquitectura no puede alcanzar ese contenido de ficción que pretende. Y este es el reino auténticamente propio de la arquitectura, aunque sea imposible formularlo. Sólo después de contemplar ambos mundos, el real y el de ficción, puede existir la arquitectura como expresión y elevarse al reino del arte.

La gente tiende a no usar la palabra belleza porque no es intelectual: pero tiene que haber una superposición entre belleza y el intelecto.

Pienso que la arquitectura se pone interesante cuando se muestra este doble carácter: la máxima simplicidad posible y, a la vez, toda la complejidad de que pueda dotársela.

Cuando vi la luz proveniente del óculo del panteón en roma, supe que quería ser Arquitecto."

Revista Ñ 17.11.2007/Perlas cultivadas/Tadao Ando/ Arquitecto Japonés

viernes, noviembre 16, 2007

espacios de juego

Otro proyecto para sus constructivos comentarios.
Esta vez el proyecto de Matias Barrese .
Zero photoshop !







Trabajo en taller

Aportando a la creciente muestra de proyectos, veamos los espacios propuestos por Leonardo Dobler. Dejen sus aportes en los comentarios.




miércoles, noviembre 14, 2007

COSTAS
COSTAS
COSTAS COSTAS

lunes, noviembre 12, 2007

escalando (con Santana)

Gaston Santana nos ofrece la siguiente reflexion respecto al famoso entorno.
Esperamos que GS nos envie material grafico pertinente para agregar al texto aqui copiado.

Lo interesante tal vez sea entender que distintas escalas abordan diferentes (o cualificativamente distintos) problemas.
Si como dice Gaston, nos olvidamos de lo vivencial del sitio, es probable que perdamos una esencia fundamental de nuestro proyecto, su gesto y su voluntad.
Si no nos adentramos con las manos y la sensibilidad en los problemas tectonicos, materiales, nos estaremos quedando afuera de algo?
En ese intermino, en ese intersticio de escalas y experiencias, en el zoom in y el zoom out, en la profundidad de campo de cada cercania al ejercicio proyectual, reside la pregunta.
Que quiero? que propongo? que veo? que entiendo? como es? para que lo hago?
o en palabras usadas recientemente en el blog...

Que me interesa? Que me preocupa?
Los dejo con Gaston Santana
Ura




Retorno a Chacarita

Yo creo firmemente que cualquier obra arquitectónica se hace del entorno y forma parte del mismo.
Cuando digo esto no me refiero a que hay que llegar a una arquitectura referencial del mismo, sino, estar plenamente conciente de que, se quiera o no, la arquitectura es el entorno.
Ahora, cuando uno proyecta un tipo de ejercicio, que podrá llegar a ser o no una obra construida, el entorno se puede llegar a perder en el proceso. Al hacer el ejercicio de retornar a Chacarita volví a ver esas cosas que al principio parecían definitorias del proyecto que había perdido. No se si esta reflejado o no en mi trabajo, pero ese no es el punto.
El entorno es una palabra muy usual en los pasillos de la facultad, pero nunca nadie me trato de definir bien que significa, gracias a dios es demasiada compleja y da a lugar a que cada uno tome lo que mas la enriquezca a su sentido.
El diccionario de la real academia española la define vagamente como: “Ambiente, lo que rodea”. Eso me hace acordar de la primera vez que fui al terreno. Era un viernes a las 12 de la noche, estaba yendo para la casa de un amigo que hacia una fiesta en su casa y daba la casualidad que quedaba a 7 cuadras de “la esquina”.
Cuando fui saque un par de fotos y me fui rápido porque el lugar me daba mala espina y había un cana que me miraba medio raro.
Después al otro día me fui a la tarde a verlo de vuelta. Era totalmente diferente! luminoso y aunque no pasaba mucho por ahí, a una cuadra estaba abarrotado de gente comprando en esas ferias de plaza, muchas familias.
También había unos pibes sentados en la esquina de ese galpón abandonado dándole una sonoridad especial a mi recorrido a grito de “Aguante chaca!”
Para mi todo eso define el lugar, “mi chacarita”, supongo que todos tienen su pequeña chacarita en su mente, pero espero que no les pase como a mi, que me había quedado perdida entre los cartones.

miércoles, noviembre 07, 2007


Zamtlejfer

Zamtlejfer


Zamtlejfer

Zamtlejfer

Zamtlejfer

Zamtlejfer

Peralta - Verticalidad


Peralta - Estructura


Peralta - Interioridad


Carrara - Interioridad/Lenguaje


Carrara - Interioridad



Carrara - Interioridad

Mandarano - Maqueta / Instituciòn-Escala




Mandarano / Maqueta-Interioridad






Mandarano / Corte-Institucionalidad-Lenguaje

Rigor tectónico como capacidad sensible (parte II)




Contraste de blanco y negro, tensión de claro oscuro de cuyo diálogo asume la materia un sentido.
Sentido espacial que carga de significancia la expresión tectónica.
La pesadez que se hace suelo en su oscuridad vislumbra la tensión ascendente de la luminosidad que se hace línea.

Rigor tectónico como capacidad sensible (parte I)




La voluntad de precisar en la expresión explícita de un lenguaje, donde estructura (o estructuralidad) y materia (o materialidad) asumen un vital protagonismo, parecieran continuar el camino dado por el develamiento sensible del espacio y de sus vitales cualidades...
Es en la exploración atenta de las texturas y las luminosidades de donde han de brotar las rigurosas definiciones de la materia.
Ahondando en la expresión de acuerdo con la capacidad de precisar en la aprehensión sensible del espacio y de sus in-tensionadas cualidades.

Salmona - homenaje

martes, noviembre 06, 2007

Salmona . Homenaje


“Tríptico rojo”

(Escribe: Juan-Manuel Roca).

Este libro, Tríptico Rojo, es antes que nada una construcción [Ed. Taurus, Bogotá 2007]. El levantamiento lo realiza una mirada particular de los espacios que han sido decisivos para Rogelio Salmona, la viga maestra la levanta su estatura humana, la techumbre se extiende por sus páginas que son a la vez estancias o habitaciones por las que una guía meticulosa nos conduce.
De sus múltiples conversaciones con el arquitecto colombiano, Claudia-Antonia Arcila va registrando, mientras hace las veces de una atenta interlocutora y amanuense, una memoria decisiva para la cultura colombiana.
Su lectura hace recordar que el conocimiento es la mejor manera de hurgar en unos cimientos. En algo que se construye con furor y con paciencia, al mismo tiempo. Y también, que la cuadrícula del recuerdo, algo que sobrevive a los días casi siempre de manera inconsciente, es más reveladora que la realidad inalterada.
Se trata de una poética del espacio, para decirlo con Gaston Bachelard, que establece su centro en una preocupación por el hombre y por algunas de sus más claras utopías.
Cuando narra, o revisita el jardín de la casa de su infancia, Salmona recuerda el crecimiento del niño que fue y el crecimiento de un árbol en su mirada, un árbol que daba a su habitación y que como a una suerte de “Barón rampante”, el personaje de la novela de Ítalo Calvino al que le vino la gana de vivir en una encina, lo tornaba habitante de su cuarto pero también habitante de sus ramas.
Es el regreso a los espacios míticos de la infancia, algo que de alguna manera recuerda .....

la visión de Cesare Pavese: “no es hermoso ser niños. Es hermoso pensar de viejo en cuando éramos niños”.
Esta evocación de un árbol que sigue sembrado y dando sombra en el jardín de la memoria, es algo que me parece de mucha importancia para entender una parcela de la obra de Salmona, no un simple ejercicio de la nostalgia, si recordamos la trascendencia que le da en sus construcciones a la naturaleza, a ese entorno vegetal que no riñe con la arquitectura, con un arte que es para bien y para mal una suerte de sobrenaturaleza.

Todo esto, expresado sin la frialdad de los tecnicismos, sin las nieves perpetuas de un decálogo y sin el hielo de las teorías.
Una historia de los espacios puede hablarnos de manera más veraz que una historia de los hitos arquitectónicos, como lo recordara con tanta precisión José Luis Romero, en contra de la visión “presentista” que desprecia y anula las huellas.

Lo que hace Rogelio Salmona en su obra y también en este largo coloquio con Claudia Antonia Arcila, es sentar una teoría de las resonancias, de lo que queda como eco en la memoria, sin olvidarse de sus huellas, de los pasos dados en la andadura del mundo. Huellas que pueden ser un sonido, un olor o una textura guardada en la memoria del tacto, como ocurre con los ciegos y sus manos habitadas.

En las aduanas no sospechan los paisajes que llevan escondidos en sus dedos.
De ahí, de esa exploración sensorial en yunta con la razón, su insistencia en la poesía. De ahí también su insistencia en leer los espacios para encontrar sus más escondidos secretos, algo que fuera tan caro a los lectores de piedras y tarascas, como sucedía con los resabiados Villon y Rabelais, dos virtuosos conocedores de las catedrales y de la interpretación que puede hacerse de un espacio, dos especialistas en la lectura que puede hacerse de una casa, incluida la de Dios.
Leer este libro es repasar rincones y entender que la buena arquitectura se edifica no solo en la monumentalidad sino en la casera humildad de lo que no tiene grandes pretensiones estéticas, en aquello que enaltece y dignifica la historia cotidiana.

El ojo atento de Salmona, sí, pero también su atención a otros sentidos menos enaltecidos por el arte, vive en vigilia permanente, adueñándose desde una mirada múltiple de lo que sirve para estar y para sentir, de lo que no son formas de artificio, como en la vieja parábola del escultor que sabe que en toda piedra hay escondida una escultura, que el tino o el talento está en eliminar lo que le sobra.
Y el ritmo. Es casi seguro que una casa sin ritmo pueda caerse al primer temblor. No hay construcción de Salmona que no posea un ritmo, algo que está habitado desde adentro. Sabe muy bien que hay edificios cuyos espacios interiores son música de cámara, música para uno o dos habitantes en los que cada uno toca su parte. Y música abstracta y hasta música aleatoria que subraya o determina el discurrir de una obra. Una casa abandonada, de tal manera, debe cantar a capela, seguramente de manera asordinada. Todo deviene música y diálogo en la mejor arquitectura.
La suya es una arquitectura que aún en sus aspectos más abstractos no intenta sofocar las emociones ni escamotear la interpretación, como si se tratara de un músico que busca silencios y voces en el espacio elegido. Es una forma de traducir los espacios, con todas sus cargas históricas y emotivas, de trasladarlo a un lenguaje propio que se articula con ellos, algo así como un fecundo diálogo casi imperceptible que se establece entre el adentro y el afuera.

Nunca pierde de vista que, como lo insinúa Wittgenstein, toda arquitectura es lenguaje.
Resulta placentero leer las opiniones de nuestro emblemático arquitecto a propósito de la poesía y de la música como parte fundamental de su quehacer arquitectónico, como una fragua para fundir los metales de una suerte de arte combinatorio.
Lo mismo ocurre con sus apreciaciones de los edificios ceremoniales, así sea de los vestigios de arquitecturas que para él resultan más sorpresivos y estimulantes a la imaginación en la vivencia personal que en los libros de historia, que en la más cimentada erudición.
Lo anterior es algo que me hace recordar al Henri Michaux de “En otros lugares”: “¿Por qué sólo las ruinas y las más humildes chozas consiguen conmovernos y parecer más humanas, aunque habitarlas sin duda resulte incómodo, mientras que las casas confortables son siempre engorrosas, hostiles y extrañas?”.

Quizá ocurra lo mismo, se podría aventurar, con esas escaleras que no conducen a ninguna parte, que solitarias en un terreno baldío o en el campo parecen, desmembradas de lo que fuera una casa, que siguieran levantadas para conducir con decisión al vacío.

Es algo que mueve a la pregunta, una especie de mapa de lo invisible que siempre estimula a la imaginación.
Ese sentido de lo que falta o de lo que alguna vez fue, parece ponerse de manifiesto cuando Rogelio Salmona construye sus edificaciones y, por supuesto, cuando emprende todas estas reflexiones de las que somos sus privilegiados lectores o sus privilegiados oyentes. En esta segunda instancia reflexiva se nos revela, una vez más, como un pensador, como un poeta y como un humanista.
Otro asunto al que nos conduce su pensamiento tiene que ver con la forma como se vive en un pedazo del mundo, como se habita un paisaje.

De tal manera hay universos trasladables si habitan en la casona del cuerpo, en la parte más memorable y vívida que guardamos, sin duda en una memoria transformada por las potestades del recuerdo.
Lo que no puede trasladarse quizá sea el tipo y la intensidad de la emoción, pero sí algunas de sus resonancias, algunos traslados jamás mecanizados de una a otra realidad.
Recuerdo, mientras leo un paraje en el que Rogelio Salmona fusiona un rincón del barrio de su infancia bogotana -el barrio Teusaquillo-, con un rincón de París, la carta que recibió un amigo de parte de un colombiano que vivía por entonces en Inglaterra. Le decía, en medio de las grandes soledades lingüísticas y de las grandes soledades vitales, que “Londres es igual a Teusaquillo, pero sin amigos”.

Uno, parece decir el arquitecto colombiano, puede crearse sus propios rincones, puede ejercer de manera clandestina una trata de paisajes para fundar su propia ciudad dentro de la ciudad, si se sabe habitar el paisaje, dotarlo de sí. Pero no se puede cambiar de raíces. Por eso le es tan difícil al extranjero retoñar o echar nuevas raíces en patios que le son ajenos, porque difícilmente puede ser trashumante el sentido de la pertenencia.
Inútil hacer una tautología de este libro realizado al alimón, de manera morosa y amorosa por Claudia Antonia Arcila y Rogelio Salmona. Más aún cuando los límites de sus propuestas son múltiples y a veces intangibles para espíritus en exceso cartesianos, como si habitáramos en una suerte de fronteras movedizas en las que, a cada tanto, se cambia de temperatura y de voltaje.
La infancia. La casa. El paisaje. La ciudad.

Sus secretos que a veces no encontramos en el afuera porque habitan en nosotros, son instancias de un volumen de hallazgos y de emociones, de una cantera de reflexiones sin precedentes en el ámbito literario de nuestra arquitectura. Es el diseño, la traza de una afirmativa identidad.
Resulta innecesario, sin duda inútil, explicarlo: “el mar no necesita que le digan que es grande”, decía Luis Vidales. Resulta inadecuado leerlo en voz alta, con la oratoria de las definiciones. Es mejor asediar al libro desde las preguntas y desde los asombros interiores, es mejor compartir pálpitos y ejercer nuestras propias intuiciones.
Nada resulta más cierto en este caso que lo dicho por el poeta checo Vladimir Holan en uno de sus inquietantes poemas de “Una noche con Hamlet”: “el buen vino está en sí mismo... El arte también”.

(Ref.: “Cronopios”, diario virtual, Bogotá 29 de abril de 2007. Prólogo del libro “Tríptico Rojo - Conversaciones con Rogelio Salmona”, Taurus 2007)

Que te acoja la muerte con todos tus sueños intactos.«Amén», de Álvaro Mutis.

Editado por Marcelo.

lunes, noviembre 05, 2007

Salmona y..... las manos



La modelo tenía unos ojos grandes, una fina piel blanca, senos erguidos y unas manos largas que me impresionaron particularmente. Empecé a dibujar y a mirar con detenimiento, sobre todo sus manos.
Cruzábamos miradas. Empezó un juego extraño.
Terminada la sesión recogí mis lápices, carboncillos y papel, y me dirigí a la salida muy lentamente con la esperanza de volverla a ver.
No tenía ninguna idea en mente. Esperé un rato en la puerta.
Me distraje viendo salir a los otros alumnos.
Se apareció delante de mí sonriendo.
Le hablé del trabajo que me había costado dibujar sus manos.
Se rió y me dijo: «Chez toi ou chez moi».
Empezamos a caminar en silencio.
Dos cuadras más adelante entramos en un vetusto edificio.
Vivía en una pequeña alcoba repleta de muñecas.
Mientras las observaba empezó a desvestirse.
Me dijo: «No te voy a cobrar, me gustaron tus manos dibujando las mías».

Fragmento editado de Tríptico Rojo.
Marcelo

Salmona


No todo lo que me interesa me importa» [Paul Valéry].
La importancia de esa cultura visual adquirida a través de una experiencia no obliga a verla siempre de la misma forma.
Cuando hice la Casa de Huéspedes en Cartagena, un entorno muy distinto al de la Sabana de Bogotá, tuve que hacerla de acuerdo con una cultura, con un paisaje existente que había que poner en evidencia sin dejar de acondicionar las características propias de esa arquitectura. ¿Qué hice?
Relacionarme con
el mar,
los colores
los olores
los patios
pero sobre todo con
la ciudad amurallada
que es fundamental en la organización del espacio arquitectónico.
Fragmento editado de Tríptico rojo.
Marcelo