lunes, noviembre 19, 2007

Palabras de otros


Una perlita en la lectura del Diario del dia a dia…

"En nuestra cultura contemporánea en la que todos estamos sometidos a una intensa estimulación exterior, en especial por el medio electrónico, resulta crucial el papel del espacio arquitectónico como refugio del espíritu.

Realmente, hay que tomarse muy en serio los sueños.

En occidente siempre ha habido un intento de hacer del edificio religioso, sea una iglesia medieval o renacentista un objeto eterno para la celebración de Dios. El material elegido, como la piedra, el ladrillo o el concreto, esta destinado a preservar eternamente lo que hay dentro. Pero en Japón no hay nada de esto, ya que el templo se hace de madera. El espíritu divino que hay en el templo es eterno, de modo que el envoltorio no necesita serlo.

No creo que la arquitectura deba hablar mucho. Debe permanecer en silencio y dejar que hable la naturaleza en forma de luz de sol y de viento.

Quiero darle al poder de la naturaleza una presencia en la sociedad contemporánea y proveer de este modo la clase de lugares estimulantes que hablan directamente a cada sensación del hombre como un ser vivo, corpóreo. Es más, recuperar de los estratos de la historia no la forma o el estilo, sino la visión esencial de la naturaleza y la vida que discurre desde su raíz. El espíritu de la cultura en otras palabras.

Hay un rol y una función para la belleza en nuestra época.

Sin adentrarnos en el ambiguo reino del espíritu humano- felicidad, cariño tranquilidad, tensión-, la arquitectura no puede alcanzar ese contenido de ficción que pretende. Y este es el reino auténticamente propio de la arquitectura, aunque sea imposible formularlo. Sólo después de contemplar ambos mundos, el real y el de ficción, puede existir la arquitectura como expresión y elevarse al reino del arte.

La gente tiende a no usar la palabra belleza porque no es intelectual: pero tiene que haber una superposición entre belleza y el intelecto.

Pienso que la arquitectura se pone interesante cuando se muestra este doble carácter: la máxima simplicidad posible y, a la vez, toda la complejidad de que pueda dotársela.

Cuando vi la luz proveniente del óculo del panteón en roma, supe que quería ser Arquitecto."

Revista Ñ 17.11.2007/Perlas cultivadas/Tadao Ando/ Arquitecto Japonés

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