A partir de una primera aproximación satelital a capilla,
Julián quedó impactado por la fuerte presencia de los límites que condicionan
la expansión de la trama. Y es con esta impresión que se fue a capilla en
búsqueda de respuestas.
Me permito pensar
que pudo haber sucedido allá y me imagino el impacto de situaciones como las
que vienen a continuación.
En estas imágenes
podemos observar como, lo que en primer lugar se ve como un límite fuerte y
vertiginoso se nos presenta como una situación en si misma con cierto poder de
convocatoria.
A partir de esto, se dio lugar a una búsqueda de la consolidación
de un espacio que atenuara la presencia de los bordes, por medios
arquitectónicos, apoyándose en las posibilidades que surgen de la lectura en el
lugar. Incluso en su afán por romper con estas barreras se dio espacio para un
chapuzón empírico inesperado tratando de cruzar el río. Es que no podía ser que
en un lugar como Capilla, donde no parecía haber un motivo fuerte, costara
tanto animarse a “dar el salto al otro lado”.
Es desde ahí, de donde se definió
su implantación buscando generar una situación espacial que permita desacelerar
y acoplar la presencia del ferrocarril a los posibles usos convocantes que se
desparraman en el llano.
Para esto se apoyo en el galpón
principal como elemento fundacional a partir del cual ordenó el resto del
programa.
Bien supo ajustarse también a las
irregularidades del terreno incorporándolas a la propuesta.
El manejo de la escala, y las proporciones
de los volúmenes con el vacío que los rodea conforma un interesante conjunto
que bien refleja su vínculo con el ferrocarril y las actividades que comprende
el programa.
Buen trabajo Julián!
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