Introducción.
Las ideas
son como peces.
Si
quieres pescar pececitos, puedes permanecer en aguas poco profundas.
Pero si
quieres pescar un gran pez dorado, tienes que adentrarte en aguas mas
profundas.
En las profundidades los peces son más poderosos y
puros. Son enormes y abstractos.
Ideas
Una idea
es un pensamiento. Es un pensamiento que abarca más de lo que crees cuando se
te ocurre. Pero en ese instante inicial salta una chispa. En una tira cómica,
si alguien tiene una idea, se enciende una bombilla. Ocurre en un instante,
como en la vida.
Seria
estupendo que la película entera se te ocurriera de una vez. Pero, en mi caso,
me llega a fragmentos. El primero es como la piedra Rosetta. Es la pieza del
rompecabezas que indica donde va el resto. Es una pieza esperanzadora.
Deseo
El deseo
para una idea es como el cebo. Cuando pescas tienes que ser paciente. Cebas el
anzuelo y luego esperas. El deseo es el cebo que atrae a los peces, a las
ideas.
Lo bonito
es que cuando atrapas un pez que te gusta, incluso aunque sea pequeño – un
fragmento de una idea -, ese pez te conducirá a otro pez y todos se engancharan
en el primero. Ya estas en marcha. Muy pronto se van acumulando cada vez más
fragmentos y emerge el conjunto. Pero todo empieza con el deseo.
Traducir la idea
Para mí,
cada película, cada proyecto, es un experimento, ¿como se traduce esa idea?
¿Como la traduces de manera que pase de idea a película o a silla? Se te ocurre
una idea y la vez, la oyes, la sientes, la sabes. Pero pongamos, por ejemplo,
que empiezas a tallar un trozo de madera y no acaba de quedarte bien. Eso te da
que pensar, te sirve de punto de partida. Actúas y reaccionas. Construcción y
deconstrucción. De modo que conseguir que todo quede correcto se convierte en
una especie de experimento.
Ensayar
“…cuando
la gente habla de ensayar por lo general se refiere a los actores. Pero se
ensaya con todo el equipo de rodaje, en todos los departamentos. La idea es que
todo el mundo se una y avance por el mismo camino: el camino que marcan las
ideas…”
“…El
proceso es siempre el mismo. Empiezas ensayando y da igual lo avanzadas que estén
las cosas. Simplemente empieza. Y tal vez te exclames: “Dios mío: que lejos
estamos” ( ¡Por supuesto , lo dices para tus adentros!) Después empiezas a
hablar y a ensayar. Y te vas acercando más y mas. Es algo abstracto, pero todo
el mundo se va acercando…”
“…siempre
estas pensando en la idea original, ya sea el ambiente o el personaje. Y
mediante las charlas, los ensayos, más charlas y más ensayos, pronto sale a la
luz. Y en cuanto todos pillan la onda avanzan contigo y fluyen con las cosas
que formaban la idea original. Funciona así.
Pregunta a la idea
La idea
es todo. Si te mantienes fiel a la idea, en realidad esta te dice todo lo que
necesitas saber. Basta con que sigas trabajando para darle el aspecto que tenia
la idea, la sensación que transmitía, el sonido que emitía, el modo en que era.
Y es raro, porque cuando te desvías lo sabes. Sabes cuando estas haciendo algo
que no es correcto porque lo notas. Te dice “no, no; esto no es como la idea
dijo que era”. Y cuando vas por buen camino, también lo notas. Es una
intuición: te abres camino pensando y sintiendo. Empiezas en un lugar y a
medida que avanzas, vas afinando.
A lo
largo del proceso también pueden surgir ideas
nuevas. Una película no esta acabada hasta el final, de modo que has de estar
siempre en guardia. A veces tienen lugar accidentes felices. Puede incluso que
sean las últimas piezas del rompecabezas que consiguen que el conjunto encaje.
A veces
ocurren accidentes menos afortunados con los que también tienes que lidiar. Te
adaptas. Tiras una cosa y la otra y la de más allá. Pero si prestas atención a
la idea original – te mantienes fiel a ella – te sorprende como al final hasta
los accidentes son sinceros. Son fieles a la idea.
David Lynch
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