jueves, septiembre 17, 2009

Julio Roma

El recorrido se transforma en una parte vital del ejercicio pues no es un camino acrílico e impersonal sino una instancia en donde cada uno deja ver la estrategia que despliega de cara a la consecución de algo. Y eso es una capacidad.


Cada uno traza de forma más o menos precisa los canales que enmarcan esa estrategia; cada uno marca sus inicios y sus horizontes. Deja ver sus honduras y latencias.


Disponer de esa especial lucidez que nos permita transitar esa estrategia como un camino personal e intencionado.

Saber que de la indagación precisa, detenida y atenta del territorio debe surgir en la misma medida una opción arquitectural.


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