El momento exige escuchar con atención las voces de cada propuesta.
Las oídas y las que calla.
En el balbuceo tentativo de posibles opciones se esconden secretos a ser debelados con atención y precisión.
Sabiendo buscar para poder encontrar...
Debemos detenernos en la indagación sostenida sobre las herramientas capaces de hacer oír aquellas voces, las potentes y abruptas y las tenues y sutiles.
En la amplitud de ese margen y en la elaboración de sus matices se afirma la validez expresiva del trabajo. Y al fin su profundidad y calidad.
El trabajo asume ahora una inmediata cercanía con los medios capaces de expresar sus significados.
El calibre, la magnitud expresiva de cada línea esconde una especial relevancia.
Su justeza y precisión afirman la validez esencial del trabajo.
No hay conceptos sin herramientas que los sostengan.
No hay ideas sin medios que las expliciten…
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