El encargo es una casa unifamiliar, típica de las familias chilenas: habitaciones para sus hijos, cocina, comedor, baños, etc., afortunadamente nada particular. Sólo debía ser revestida en cobre electro-forjado, ya que su dueño se dedica a buscar yacimientos de cobre, creía necesario tenerlo presente. 
En esta casa, la planta nace como una letra V, por lo tanto, el primer ejercicio era: cómo instalar una casa en esa letra, que tiene dos brazos independientes, pero vinculados en un punto, que se miran a si mismo y mantienen una independencia dentro de un sólo y continuo movimiento.
Creo que la primera intención, (en esta lectura grafica, bidimensional, y antojadiza ), es tomar convenientemente una letra para organizar rápidamente la casa, concentrando asi, toda la complejidad en el modelado del "cuerpo".
Pero, ¿cómo se hacer una casa, cuando uno quiere hacer un galpón?
El deseo, siempre ha sido mantener un respecto como actitud, pero también un asombro para con nuestros alrededores, donde el techo en ese tipo de arquitectura, es su más importante atributo.
Al parecer, mis operaciones proyectuales son bastante ingenuas, pero en realidad, lo que me interesa es como puedo hacer posible, una arquitectura con los bajos recursos que dispongo –siempre–, sin dejar de creer que cuando una persona, una familia, o una institución, busca un arquitecto, lo que desea encontrar, es algo que ellos no pueden imaginar, algo que los sorprenda, algo que haga de sus vidas un milagro, como decía Wittgenstein.
...tal vez no es así, pero creo necesario mantener ese estado de ingenuidad.
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