El galpón de Kevin se readapta. Decidió dejar de hacer caso omiso a su entorno y sus caras simétricas empiezan a hablar, dialogan con su entorno.
Se dio cuenta que el agua estaba ahí, que es su arribo y su escape, veloz. Reconoce un Norte y visualiza por fin la necesidad de responder diferente a cada situación que lo rodea, que en el sur hace frío, que al este hay sol. Empieza a respirar.
La arquitectura es la respuesta formal hacia una realidad existente. El muro, la piel, el muelle, toman dimensión y carácter material según las demandas del entorno. Y el interior se construye, planta su volumen propio y centrifuga hacia sus lados la habitabilidad.
La estructura geométrica, simétrica, asfixiada por su propia dimensión interior es así que empieza a reaccionar de manera armónica a los estímulos de su medio.
Ese intercambio celebra el entendimiento que Kevin tiene sobre la arquitectura y el territorio, del lugar, valorando lo existente enfatizado por la direccionalidad de sus elementos fundantes.
Juan Agustín
3 comentarios:
Chicos! El lunes dejé una cartucherota azul con toda mi felicidad adentro en el taller, si alguien la tiene, la extraño.
Gracias
Rosario.
bien juan
uy nos olvidamos de kevin!
hahaha
muy bieeeeeeeeeeeeeeen
pibeeeeeeeee!
:)
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