Entre cada imagen compositiva y hasta la re-conjugación
de los fragmentos seleccionado por el alumno Javier, demostrando su lado sensible-artístico, sin embargo, lo más interesante viene acompañado con una gran reflexión personal,
tiene que ver con el manejo de cada composicion y al mismo tiempo su experiencia, que lo transmite con puño y alma.
Este relato tiene un gran valor y por eso vale la pena compartir con el conjunto del taller.
Javier Ruiz:
La palabra más condicionante del trabajo que nos
dieron es ¨Pertinente¨ que según la Real Academia Española dice; que es
perteneciente o correspondiente a algo. ¨Algo¨ Designa una realidad
indeterminada cuya identidad no se conoce o no se especifica. En nuestro caso se
conoce la realidad, la antigua ciudad de Cayastá, pero su identidad es
indeterminada, a pesar de a ver transcurrido más de 500 años.
Abarcar, comprender, observar y trabajar parte de
los recursos arqueológicos descubiertos en la ciudad, nos llevó a cada uno de
nosotros a diferentes resultados, en mi caso el resultado no es positivo para mí,
porque no sé si refleja las emociones que me produjo el tema. Desde un primer
momento me pareció inquietante esta condición, que me indicaba y obligaba a
estudiar y prestar atención a las diferentes formas de presentación de dos de
los materiales más utilizados de la época, la arcilla es el material más
representativo de los nativos, los distintos objetos con formas antropomorfas
nos brinda datos de su función, la decoración no demuestran las líneas claras y
sencillas de su estética y el proceso de fabricación la relación que
tenían con su entorno. Por otro lado el hierro, los españoles, luego de una
historia completamente diferente al proceso que se estaba dando en América,
trajeron el corte de la espada, el discernimiento de lo que está bien y de lo
que está mal, cortes incisivos y constantes dividiendo una realidad de la otra.
Mientras los nativos moldeaban la arcilla con recursos naturales propio del
lugar, los españoles daban filo a sus espadas con recursos robados. Estas
diferencias no hacen más que resonar en mi conciencia y buscar una explicación
que me permita descubrir los misteriosos caminos del hombre en busca de su
felicidad.


Las composiciones fueron creadas desde esta
perspectiva, de completa abstracción y desorientación. Intente utilizar más
elementos indígenas y menos españoles para lograr un efecto de redención, si se
quiere, de revalorar las costumbres nativas que ya tenían valores muy complejos
cuando los españoles hicieron pie en esta parte del mundo, no tenían una
sociedad testamentaria, formal y jerárquica como la española, pero entendían
los recursos con los cuales se rodeaban y lo utilizaban en la medida que lo
necesitaban, siendo conscientes de la sabiduría de la naturaleza.



Entiendo que es importante entender el proceso de
mestizaje que se dio a partir de la colonización, el producto de lo que somos
es el proceso histórico que dio origen a nuestro país como tal, pero entiendo
también, y luego de este trabajo, que el punto cero no está en 1492, sino que está a miles de años atrás, algunos hablan de 2000 años, otros de 10.000, los recursos con los cuales se vale la ciencia para establecer un origen no están
disponibles, sin embargo actuales descubrimientos demuestran que los nativos
tenían una compleja estructura social que les servía para transmitir sus
conocimientos de generación a generación.

El tema que más me interesa, y sin entrar en
fanatismo patrióticos, es la relación que los nativos tenían entre sí, y el
paralelismo que se puede establecer con la organización social española. Los
hombres eran los cazadores (silenciosos, sigilosos, fuertes) y las mujeres
se quedaban en la aldea para realizar todas las labores ¨domésticas, la
comida y el cuidado (sociables, pacientes, familiares, débil). Estas relaciones
se siguen manteniendo y lo llevamos en nuestro ADN como parte compositiva de lo
que somos, aunque no lo podamos ver, aunque esa parte no podamos manipular con líneas
y colores definidos, aunque no lo podamos apartar de otro elementos más claro y
fácil de leer, esas partes están expectantes a nuestro descubrimiento que como
hombre moderno/eurocentrista no podemos alcanzar.
Y sigo trabajando…