La intención de estas preguntas (y sus breves respuestas) no es ahondar
sobre cada tema sino simplemente aportar un par de puntos de introducción para
que, si les interesa, cada uno de ustedes piense y/o investigue más allá de los
ejercicios que hacemos en clase. La idea es darles nuestra visión pero además
una ventana a las cosas que por diferentes razones decidimos no tomar en cuenta
para nuestro ejercicio.
Composición
¿Por qué
componemos?
Este camino que
les proponemos seguir este año, el de la búsqueda de una arquitectura
identitaria (personal y colectiva), empieza en la exploración de
fragmentos. Nuestra historia está compuesta de estos fragmentos que son el
legado de las culturas que se acumulan (y no siempre se conjugan) en nuestro territorio.
No proponemos una solución a desencuentros milenarios, proponemos un camino
para, de mínima, visibilizar una temática perdida.
Al llevar a cabo la
exploración de estos fragmentos, obtenemos información, historias, imágenes que
caracterizan al sitio. Las estudiamos con la intención de comprenderlas e
interpretarlas para poder así practicar un desplazamiento del lenguaje
tradicional hacia una búsqueda del armado propio. Es decir, se trata de
construir figuras, formas coherentes entre los distintos elementos del amplio
dominio de piezas pertinentes. A través de la proyección de una sensibilidad
propia del autor, como factor de desestabilización/estabilización, practicamos
acciones plásticas de apropiación-composición con el fin de revelar contenidos
latentes que nos permitan precisar una forma y proyectar su traslación
arquitectónica y simbólica que dé voz a una nueva cosmovisión.
Dicho en
palabras más sencillas, nuestras elecciones al componer, según nuestros saberes
y nuestros gustos, determinan una manera novedosa de hacer arquitectura, pero
no por eso ajena a la historia cultural del sitio. Las composiciones son a
la vez interpretaciones completamente objetivas y subjetivas del lugar, su
historia y su cultura.
Curci - Cañonero, 2011, Lujan
Cerqueiro - Ortiz, 2012, Valles Calchaquies
Holman - Alberti, 2012, Valles Calchaquies
Benitez - Ochoa, 2013, San Antonio de Areco
Carignani - Greloni, 2013, San Antonio de Areco
Sanchez, 2014, Capilla del Señor
Otero, 2014, Capilla del Señor
Lopez, 2014, Capilla del Señor
Bernardos, 2015, Sierra de los Padres
Clements, 2015, Sierra de los Padres
Santa Cruz, 2015, Sierra de los Padres
Componemos
también porque podemos, porque nos (los) vemos como artistas tanto
como arquitectos. Artistas porque expresamos a través de nuestro hacer nuestras
ideas y sentimientos, y los de nuestra cultura actual y pasada. Confiamos en
nuestra capacidad como interpretes de esos fragmentos, en nuestra capacidad de
darle nuevos significados
¿Que
es una composición?
Componer es
establecer un orden y un límite para lograr una unidad. La
necesidad de componer (en el arte) nace de la necesidad de transmitir. A diferencia
de un lenguaje, donde las reglas son claras y para todos iguales, en el arte
las reglas son tacitas y pueden ser incluso personales. Eso no quita que pueda
sea una manera de comunicar, y por eso es necesario elegir qué y cómo
se comunica.
Sin embargo no
hay que confundir esa intención, y la necesidad de orden, con una estructura
completamente racional. Para nosotros en la composición hay tanto de racional
como lo hay de subjetivo o incluso de azaroso. Buena parte de nuestra búsqueda
se basa en intentar encontrar en lo que hacemos más de lo que intentamos
mostrar, ver lo que se esconde atrás de las primeras intenciones. Para eso
tiene que haber un elemento sorpresa, decisiones que no respondan completamente
a la lógica. Hay lugar para el gusto personal y para el azar.
La creación de Adán, Miguel Ángel, 1511
Las Meninas, Velazco, 1656
Rain, steam and speed - The Great Western Railway, Turner, 1844
Cisnes que se reflejan como elefantes, Dali, 1937
Línea Transversa, Kandinsky, 1923
¿Cómo
se compone?
Para poder
componer el primer paso es entender los elementos que queremos conjugar.
Sus formas (simples o complejas, dinámicas o estáticas), sus valores cromáticos
(claros o oscuros, saturados o desaturados). Estas son las características que
nos van a ayudar a definir relaciones entre los objetos. En nuestro caso,
porque además queremos hacer composiciones pertinentes al lugar de trabajo,
tenemos que definir su pertinencia, es decir si tienen valor o no para las
culturas que trabajamos.
Fragmento de forma simple
Fragmento de forma compleja
Fragmento de forma dinámica
Fragmento de forma estática
Fragmento de tonalidad clara
Fragmento de tonalidad oscura
Fragmento de color saturado
Fragmento de color desaturado
Confiamos en su criterio para componer incluso sin ningún conocimiento de composición clásica, sin embargo creemos que hay un par de conceptos que pueden ayudar a resolver situaciones complejas.
Dos de estos conceptos son los de peso y de líneas de
fuerza visual.
Cualquier
imagen, mientras no sea completamente un plano de color, tiene tensiones
internas, elementos que atraen y otros que rechazan la mirada. Entre estos
elementos se generan líneas direccionadas que forman la estructura de la
imagen.
Otro par de
conceptos son los de equilibrio y desequilibrio.
Uno asocia la
composición a la idea de equilibrio pero en realidad se puede componer en
desequilibrio, o por lo menos mantenerse entre esos dos extremos. La
composición clásica tiende al equilibrio, la moderna por el contrario tiende a
un desequilibrio dinámico.
En
estos Links pueden encontrar mucha más información sobre diferentes conceptos
relacionados al equilibrio y las fuerzas en una composición:
¿Y
las figuras?
Una pequeña
trampa es que la composición no es solo una composición (en el sentido
clásico), es además una conjugación de elementos. Ya que no
buscamos simplemente reacomodar elementos existentes en un medio (la hoja de
50x50) sino además crear nuevas figuras, no podemos hablar exclusivamente de
una composición. Conjugar implica relacionar dos o más formas según sus
lógicas internas o según una lógica general de la composición como
conjunto, para crear nuevas figuras que sigan teniendo alguna relación con las
originales.
Para esto es
posible operar sobre los elementos originales siempre y cuando no pierdan toda
su información.
¿Por
qué el hincapié en las formas?
Sabemos que un
objeto cultural, como todos los que utilizamos, no es solo su forma, todos
tienen un uso, un valor simbólico y otras características. Nuestro interés por
la forma tiene que ver con el hecho de que creemos que las formas
esconden en sí mismas muchos de estos valores.
Si vemos una
vasija decorada podemos entender no solo su forma (digamos cuasi ovoidal) sino
también inferir que esa forma deviene de una necesidad (almacenar y proteger),
que sus colores devienen de las capacidades técnicas de sus creadores y los
materiales disponibles, que los dibujos de su decoración tienen un valor
simbólico particular. Todo eso esta guardado (como si fuera material genético)
en la forma del objeto. Entonces cuando componemos con y conjugamos esas formas
no estamos olvidando todo eso. Es por eso que es esencial entender y respetar
las formas (si descuartizamos la pieza en cualquier punto perdemos esos datos
genéticos).
¿Y,
cómo vamos de este punto hacia un proyecto arquitectónico?
En nuestra
propuesta la composición es el primer paso para caminar hacia
un proyecto arquitectónico. Las formas en que vamos a llegar de este primer
paso al último no las vamos a discutir en este momento, pero lo que es seguro
es que implican reinterpretar una y otra vez lo ya realizado y
que dependen de cada uno de los alumnos/arquitectos.
Constructos, constructos tecnológicos, fragmentos constructivos,
recomposiciones de constructo, cortes conceptuales y murales topográficos
Mientras tanto
queríamos presentarles un par de ejemplos de trabajos de arquitectos que no diseñan desde el reconocimiento de
figuras consagradas, sino que logran interpretar la realidad a través de la
utilización de líneas con las que
luego arman figuras como semilla de sus propios proyectos.
Nuestro camino
es seguramente menos directo, no por eso menos potente.
Pero nos obliga a cultivarnos sobre cuestiones que de otra forma más abstracta, sencilla, no transitaríamos, perdiéndonos el potencial que nuestras particularidades y las de los demás actores nos aportan para buscar una arquitectura de esencias identitarias, todavía en construcción, en estas épocas donde el parecer está por delante del ser
Pero nos obliga a cultivarnos sobre cuestiones que de otra forma más abstracta, sencilla, no transitaríamos, perdiéndonos el potencial que nuestras particularidades y las de los demás actores nos aportan para buscar una arquitectura de esencias identitarias, todavía en construcción, en estas épocas donde el parecer está por delante del ser
Arq. Gabriel Santaren
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