Dentro de la
escala y complejidad propias de Arquitectura 2, la temática del vacío como
herramienta de diseño y el espacio público fueron desarrollados en dos
ejercicios bien diferenciados: un centro de Investigaciones Biológicas en el
Tigre y la Ampliación del Centro de Arte Latinoamericano de la Abadía San
Benito en Belgrano.
En el Tigre el
primer problema es sortear el cliché del arroyo y el muelle, la simplificación
del espacio a través de la visión turística, del saber que volveremos a casa,
donde no hay mosquitos y si agua caliente. Mirar el otro lado, recorrer el
territorio, descubrir nuevas relaciones, vivencias. Aprehender a que es necesario un tiempo para
ver, otro para comprender y otro para proponer.
Y entonces leer y
reescribir, dibujar y redibujar. Aprehender a expresarse con rigor poético para
descubrir que el espacio y el tiempo adquieren otro valor que en la ciudad.
Dudar de lo que a simple vista parece tierra firme. Determinar que ritmos y
proporciones, tramas y materialidades hay en la naturaleza y nuestra cultura de
los que podemos apropiarnos y componer. Desarrollar con rigor poético cómo es
que el programa germina en este territorio.
En Belgrano, tan distinto,
tan conocido, pasa lo mismo. A primera vista es fácil entender que la
arquitectura no son solo los edificios particulares que le dan carácter al
territorio. Hay varias cuadras de la Avenida L. M. Campos que tienen edificios
públicos sobre la barranca. La diversidad y riqueza del conjunto a la vista ya
es un hecho particular pero no podemos despreciar el 90% del tejido urbano
quedándonos, de nuevo, con el cliché de lo obvio y se estudia el interior de
las manzanas, donde escalas, proporciones y materialidades de lo público se
desarrollan en un conjunto con sus propios tiempos y espacio y donde los vacíos son elementos de composición, no solo un
resultado entre volúmenes.
En estas
investigaciones se descubre como los espacios públicos, cuando penetran la manzana,
son un vacío que se comprime en una dimensión y se expande en otra. La densidad
de lo urbano los transforma,
comprimiéndolos y expandiéndolos
hacia arriba, buscando la luz. Este fenómeno
demuestra la necesidad de recuperar el corte como herramienta de la
expresión del espacio ya que las formas de representación en arquitectura, que
deberían responder a las distintas etapas de investigación, desarrollo y
documentación, sufrieron la influencia
de esta última, reduciendo su capacidad expresiva de narrar el drama, la
tensión, la trama de relaciones con que está hecha la arquitectura.
Asi los alumnos
desarrollaron sus ejercicios, entendiendo que puede haber soluciones rápidas pero
que el aprendizaje será pobre, que el riesgo de ensayos frustrados o que queden
temas sin definir es alto, pero el beneficio de desarrollar herramientas para
investigar arquitectura es incalculable.
Adj A2 _ Arq. Juan Aiello
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